Comunicación de confianza con patrocinadores, miembros, donantes y voluntarios. Cinco millones de donantes apoyan los esfuerzos de conservación en todo el mundo.

Las organizaciones benéficas, al igual que las empresas, están en el punto de mira de los estafadores. Los ciberdelincuentes envían cada vez más correos electrónicos haciéndose pasar por organizaciones benéficas y sus empleados, con el consiguiente robo de fondos.

Con más de 5 millones de partidarios individuales en todo el mundo, así como gobiernos y empresas patrocinadoras, WWF gestiona un gran número de donaciones monetarias de personas que dan porque valoran el trabajo que realiza la organización benéfica. Las organizaciones benéficas también poseen una gran cantidad de información personal, ya que cuentan con grandes bases de apoyo. La sección sudafricana de WWF tiene una gran base de seguidores y recauda anualmente importantes cantidades de donantes.

El buen trabajo de WWF Sudáfrica depende de las donaciones

Con tanto en juego -financiera y reputacionalmente- es crucial que WWF Sudáfrica esté protegida de ataques fraudulentos por correo electrónico que estafen a sus simpatizantes, empleados y socios.

Es más probable que la gente confíe en un correo electrónico que cree enviado por una persona y una organización que conoce. Esto permite a los estafadores aprovecharse de la buena voluntad de la gente. Sin la protección adecuada, los ciberdelincuentes podrían utilizar el correo electrónico para hacerse pasar por WWF Sudáfrica y engañar a los donantes haciéndoles creer que están contribuyendo a la legítima WWF Sudáfrica, cuando en realidad su donación va a parar a los estafadores. Esto podría tener graves consecuencias para WWF Sudáfrica y afectar negativamente a su capacidad para llevar a cabo proyectos de conservación.

Uso creciente de la tecnología para recaudar fondos

WWF Sudáfrica utiliza cada vez más la tecnología para implicar a sus simpatizantes y a la comunidad en general en la recaudación de fondos. Estos fondos se utilizan para continuar los esfuerzos de conservación actuales y para apoyar nuevos proyectos de conservación.

Sin el nivel adecuado de protección, los ciberdelincuentes podrían suplantar fácilmente la identidad de WWF Sudáfrica y utilizar el correo electrónico para engañar a simpatizantes y miembros, desviando sus donaciones a sus propios bolsillos. Y a menos que se disponga de la configuración y los protocolos correctos de los dominios de WWF Sudáfrica, la eficacia de la comunicación con los simpatizantes se ve debilitada, ya que los correos electrónicos marcados como basura o spam nunca llegan a la bandeja de entrada. La suplantación de la identidad de WWF Sudáfrica y el envío deficiente de correos electrónicos legítimos a los simpatizantes ponen en peligro la capacidad de la organización para operar y recaudar fondos.